Los tribunales han aprobado ejecuciones hipotecarias [en EE.UU] sin exigir que los administradores de las hipotecas presentasen la documentación apropiada; en vez de eso, han confiado en las declaraciones juradas que afirmaban que los papeles estaban en orden. Y estas declaraciones juradas habían sido emitidas en muchos casos por firmantes robot o por empleados de bajo nivel que no tenían ni idea de si sus afirmaciones eran ciertas.
El cenagal de las hipotecas, Paul Krugman, El País, 17/10/2010
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