En este caso, parece que sólo hizo falta el tribunal. Porque no parece que reunieran muchas pruebas…
«Ahora, la sentencia absuelve al reo atendiendo a que en su juicio los damnificados -el que recibió la puñalada y otro agredido- no comparecieron, a que en la testificación que hicieron no pudieron identificar al autor de los hechos y a la confesión del menor [que reconoció la autoría] en el otro proceso.»
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